Mi cuerpo es un templo, pienso
Me emociona imaginarme decorando cada rincón de él
Llenándolo de memorias que he ido recolectando y que prevalecen en mi interior
Como joyas preciosas y deslumbrantes, mantengo almacenado cada recuerdo.
Mi cuerpo es un templo, pienso
Puedo moldearlo a mi manera, darle la forma que quiera
Y de este modo, adorarlo; o repudiarlo
Inmiscuirme en él y así lograr comprenderlo.
Pero en su interior, se alberga lo más profundo de mí
Se trata de alma y mi ser; cohesionándose y formando
Aquello que denominé templo.
Mi cuerpo es un templo que debo lustrar y cuidar
Dentro de él, se cultiva una divinidad.
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