miércoles, 14 de diciembre de 2016

Noche

Despierto de manera abrupta de un sueño abrumador que se posaba en mi mente a tardías horas de la noche; en donde me encontraba a mí, siendo partícipe de la presencia de mi otro yo.
Era confusa la situación que me asediaba. Escéptica ante lo que se me presentaba, decidí observar a través de un ventanal que se encontraba a escasos centímetros de mí... No me esperaba vislumbrar la luna en su máximo esplendor.
Pero a pesar de observarla a lo lejos y brillando fuertemente, también notaba ciertas gotas de lluvia sobre mi mano. Se trataba de los deseos que escurrían de la luna llena. Esos deseos de los que solamente la luna se hacía partícipe; cuando ciertas personas con ojos inundados en lágrimas recurren a ella como una solución para su desidia. 
Mi otro yo, expuesto ante la noche y creando nubes de humo bajo un ambiente de estupefacientes, solamente aspiraba el aliento de sus suspiros, para reconfortarse y también recurrir a la luna, suplicando que sus deseos se volviesen realidad...





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