Así comenzamos, como algo tan inesperado. Como suponer que la marea subiría a altas horas de la noche. Se sabía el final, cómo terminaríamos pero no sabíamos exactamente en qué momento sucedería. Las huellas en la arena se borran fácilmente de un momento a otro, pero, ¿es posible que queden marcadas en lo profundo del mar? Es decir, caminamos juntos por la orilla de la playa, y nuestras huellas estuvieron visibles por un par de segundos, hasta que la marea las borró y quedó limpio... Como si nunca hubiesen estado ahí. Entonces ahí está mi incógnita, ¿alguien algún día sabrá que esas huellas estuvieron allí? No. Solo nosotros dos, ambos enamorados, y contemplando la pureza de la naturaleza. Era nuestro lugar favorito, la playa. Y nos complacía a ambos escuchar juntos, el sonido de las olas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario