domingo, 10 de julio de 2016

Encuentros casuales.

Tomó mi mano y me dirigió directamente a su cuarto, estando en él, sentía que permanecía en una galaxia; rodeada de luces que iluminaban mis pensamientos, no sé si fue el efecto de la marihuana que consumimos juntos, o el simple hecho de sentirme fuera de éste planeta a su lado. Veía muchas estrellas mínimas que daban la sensación de iluminación en su rostro, realmente no significaban nada, solo eran los destellos de su sonrisa que permanecía intacta sobre la mía. Sin intenciones en mente, sus ojos recorrían todo mi cuerpo, de arriba a abajo, me veía intensamente, con esa mirada que tienes cuándo deseas algo vagamente, se mordía los labios tan sensualmente, me costaba creerlo. Mi mente me jugaba sucio, en mi subconsciente sólo aparecían imágenes de el y yo compenetrándonos, mientras mi otro ''yo'' solo contradecía estos pensamientos, cuando justamente estaba a punto de retirar de mi subconsciente todo aquél rastro de permanecer encima, y sobre él, ambos planetas pertenecientes a esta pequeña galaxia hicieron colisión y se encontraron frente a frente, ardiendo uno con otro, haciendo una explosión que retumbaba y hasta los vecinos de al lado la apreciaron; extasiados, luego de tanta colisión, hicieron un viaje a la luna, que les tomó dos horas completarlo, ella encima de su pecho escuchando la respiración entre-cortada que él tenía por el cansancio y la música relajante de fondo, sus piernas enlazadas entre sí, sus delgados dedos enredados en su cabello, sin aliento y sin respiración, ambos apreciaban la cara de satisfacción del otro, sonreían y finalmente después de apreciar ciertos paisajes que la luna les brindaba, cayeron en cuenta y despertaron para luego encaminarse al frío y escéptico planeta en el que habitaban, sin estrellas fugaces, y sin galaxia, ya no había viaje...

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