jueves, 4 de agosto de 2016

Cielo y Mar

Me despierto de un sueño profundo y placentero y veo desde un tipo de balcón en el que me encuentro, la inmensidad del cielo. El mar.
Enciendo un cigarrillo para que tu recuerdo me nuble de manera más notoria y me siento a disfrutar de esta estancia imaginándote aquí conmigo.
Las olas a lo lejos hacen pequeñas formas incoherentes y el mar adopta diferentes tonalidades de azul. Es enorme, se confunde con el cielo que de la misma tonalidad, se ve al fondo. Esto me recuerda mucho a ti, a cuando hacíamos el amor frente a la playa, y que más placer que el mar, tu y yo.
Una taza de café para digerir este trago amargo de pensamientos absurdos sobre ti, y un porro de marihuana para disfrutar lo mismo que evito, pensarte.
No comprendo si sigo soñando o de verdad ya desperté, todo se ve difuso, como un sueño. Pero realmente no creo que sea un sueño porque sé que desperté hace unos instantes. Recobro la cordura y asimilo el hecho de que no importa cuántas veces te piense, no volverás a estar aquí, a mi lado, observando juntos el mar...




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