No hay manera en la que pueda describir la conmoción que me provoca el hecho de ir por mi ciudad y apreciar la sensación de rodearse de suaves montañas que inspiran calma. Despertar y ver el dulce Ávila.
Rodeada de diferentes gustos y colores; así, es como describo la ciudad en la que habito. Deliciosa como maliciosa.
El aroma de café y cigarros en la mañana en una estación de metro. Los atardeceres preciosos desde cualquier plaza por la que transcurra. Los extraños en la calle propiciándote sonrisas sin conocerte. Ver a cada persona luchando cada día más, por sobrevivir el día siguiente.
El aroma de café y cigarros en la mañana en una estación de metro. Los atardeceres preciosos desde cualquier plaza por la que transcurra. Los extraños en la calle propiciándote sonrisas sin conocerte. Ver a cada persona luchando cada día más, por sobrevivir el día siguiente.
Vivir en Caracas es como tener una relación tormentosa.
Unilateral, por cierto. Porque el amor que ella siente hacia a ti, no lo tienes hacia ella. Y parece mentira que fuese tan difícil apreciar los pequeños encuentros en ésta. Como recordar el árbol donde te diste el primer beso con el amor de tu vida, o el primer parque que visitaste junto a tus padres. Cada día se vuelve mas tormentoso el hecho de que una ciudad tan preciosa, esté habitada por personas tan inconscientes como lo somos, todos.
Unilateral, por cierto. Porque el amor que ella siente hacia a ti, no lo tienes hacia ella. Y parece mentira que fuese tan difícil apreciar los pequeños encuentros en ésta. Como recordar el árbol donde te diste el primer beso con el amor de tu vida, o el primer parque que visitaste junto a tus padres. Cada día se vuelve mas tormentoso el hecho de que una ciudad tan preciosa, esté habitada por personas tan inconscientes como lo somos, todos.
Y cada día veo mas distante el hecho de que exista tranquilidad al transcurrir por estas aceras, rodeadas de intransigentes, locos, hippies, maleantes ó, (empresarios...)
Está contaminada, además de basura, también de personas que no admiran su belleza honestamente. O quizás si, pero al mismo tiempo no se dan cuenta de qué daño le hacen al entorno en donde habitan.
Mi ciudad es preciosa, con todos y cada uno de sus defectos inerentes. Pocos la entienden; el clima es la perfección, es la unión de un extravagante frío por las noches y un cálido sol por las mañanas.
Los gritos de los conductores, de los vendedores, de las mismas personas que caminan por las aceras, son las cosas que le dan vida a esta noble ciudad.
Los gritos de los conductores, de los vendedores, de las mismas personas que caminan por las aceras, son las cosas que le dan vida a esta noble ciudad.
Llena de peligros por las noches, y calidez en las mañanas...
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