Ese era el miedo que sentía, dudando expectante recibir un impacto en su alma y en su ser.
Se inundaba de pánico al pensar que podría de nuevo, hacer asiento en el mismo lugar donde una vez estuvo.
Con millones de dudas en su interior, sus pupilas se desbordaban de lágrimas tan solo con el hecho de imaginarse a sí misma residiendo en las aceras del dolor y sufrimiento tenaz que había sido provocado en instantes anteriores; pero esas dudas seguirían constantes, mientras no las suprimiera la ambición y el hecho de volver a permitirse percibir el mas mínimo sentimiento.
''Aunque su corazón esté hecho de oro, millones de partículas conspiran para establecer dudas en su interior.'' Indudablemente, aguantaría mil y un golpes mas, pensó...
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