''En mi lienzo dibujaba trazos finos que definían su cuerpo... No había más nada; solo un oscuro vacío que resaltaba sus pupilas que en esa noche desorientaban mi mirada incierta. La brisa provocaba que sus cabellos se moviesen al son de sus pensamientos; de un lado al otro.
En el fondo se vislumbraba un árbol que quizás concordaba con la majestuosidad de su belleza, que a expensas de mi soledad, se veía tan exorbitante. Inhalando de lejos el humo de su cigarrillo, me encontraba yo, sentado a pocos metros de distancia de ella. Sin que se percatara de mi presencia o hiciera alguna queja por ella (si en ese caso, supiese)... Se veía tranquilamente serena.
Yo por mi parte solo la imaginaba en mi cama, teniéndola de frente y haciéndoselo lento. Bajo la luna llena, y en las tinieblas de esos pensamientos que solo ella podía desconcertar. Y es que, ¿cómo no? con esa mirada tan hipnotizante que me propiciaba cuando me hacía el amor. La deseo. Anhelo tenerla en mis manos, que ella me pida mas con los ojos cerrados...''
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