Las lágrimas provenientes del cielo denominadas ''lluvia'', me recordaban a ti; quizás porque siempre acudíamos a nosotros mismos en instantes fríos...
Buscaba de calentar mis pensamientos con una taza tórrida de café que recorría mi paladar incitándome a pensar en un millón de posibilidades sobre volver a tu lado. Mientras mi subconsciente añoraba el hecho de poder olvidarte... Pero, ¿cómo?
Se me escapa una tenue lágrima y recorre mi mejilla, tan solo al pensar que no estás conmigo admirando cada gota que golpea la ventana en la que hago asiento, que es la misma en la que disfrutábamos paisajes inmemorables que nos propiciaban las dulces nubes en horas tardías de los días que transcurrían. Desde mi cama, y en absoluto silencio. Solo permitiendo que nuestras ansias hablasen; y se hicieran una.
Me inspira el olor de la lluvia, sentir minúsculas gotas en mi mano mientras contemplo como el humo asciende desde mi taza, hasta el mismo cielo. (Por instantes)
Pero he allí el detalle... Y la explicación de porqué nos dejamos.
Transcurrido aquél momento y a expensas del gélido clima que me rodeaba, noté como lentamente iba desapareciendo aquél humo y aquél calor que emergía de mi taza. Y esto se debe a que la descuidé por momentos al inmiscuirme en mis pensamientos absurdos y ésta misma, simplemente, perdió su sofocante esencia...
Al igual que nosotros.
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