Caracas

Noto la diferencia.

Las calles por las que transcurro, no son las que acostumbraba. Es difícil caminar por las aceras, mirar hacia el horizonte, y no ver aquella imponente montaña que solía propiciarme calma.

Las planicies me sorprenden.

Me siento confundida.

Extraño la calidez.

Extraño la sutileza.

Extraño la adrenalina que provocaba el simple hecho de transcurrir en medio de una ciudad concurrida.

Aquella, en la que vivía.

Que la recuerdo con ansias.

¿Volveremos a encontrarnos?

¿Volveré a disfrutar de tu calma?

¿Volveré a sentir la calidez de tu clima?

No estoy segura.

Pero nunca te olvidaré; Caracas. Te mereces todo lo mejor. Por la simple razón de que, nos brindas paz con sólo un atardecer, con una cálida mañana, con una noche silenciosa; sólo con escuchar tu nombre, te espero. Te espero en mis pensamientos, en mis recuerdos, en mi imaginación...

Te quiero.

No te olvido.

Gracias, Caracas.

 

 

 

Viles madrugadas

Nuevamente, me encuentro acá.
Deseando sentirte.
¿Por qué todas las madrugadas terminan en lo mismo?
Pensamientos que agobian.
Recuerdos que agobian.
Deseos que agobian.

No mentiré, me complace recordarte.
Recordar nuestro idilio.
Recordar nuestro deseo.
Recordar nuestras madrugadas...

Recordarte.

El deseo de sentirte sobre mí.
Sentirte dentro de mí.
Saborear el néctar que proviene de ti.
Fue efímero, lo entiendo. Pero sigo recordándolo. Me provee una paz interior pensar un poco en ti; en estos instantes de soledad que esta vil madrugada me está propiciando.
La sutileza de tus manos sobre mí.
El deseo expedido por tu cuerpo hacia el mío; lo recuerdo con desdén.
Me encantaría poseerte de nuevo. Convertirnos en uno al unísono de nuestros movimientos.
De nuestros deseos.
Siempre deseos. Nada más, nada menos.
Carencia de sentimientos.
Abundancia de deseos.

Miradas que pertenecían solamente a nuestros cuerpos incomprendidos; pero desbordantes de lujuria.

Posees mis deseos.
Yo poseo los tuyos.

Tu cuerpo y el mío...
Deseándose; como si no existiese un mañana. De cualquier manera, me encantaba poseerte.
Vislumbrar tu cara de deseo. Tus ojos ansiosos mirándome. Siguiendo mis sutiles movimientos. Provocándome.
Excitándome.
Deseándome.

Me excita pensar en ti.
En nuestros instantes.
En aquellos orgasmos que me complacía hacerte sentir.

Pero...
Esto sucede, solamente, en las viles madrugadas que asedian mi ser.
Como ésta; en dónde me encantaría sentir tu deseo en mi cuerpo. Sentir tu boca deslizándose por cada parte de mi cuerpo. Por mis erguidos pezones. Por mi clítoris. Por mis labios. Y recorrer cada centímetro de tu piel con mi lengua. Exaltándote, excitándote, deseándote.

Tener conversaciones que nos conducían hasta un punto tan erótico que hacía sentirme lo suficientemente extasiada; como para simplemente, llenarme de placer y observar como detona en mí, aquél orgasmo que me provocan tus recuerdos a escasas horas de la madrugada.

Libre

Simple y libre.
No me importaba nada, iba sin riendas.
Pensé.
En realidad no; solo eran alucinaciones. ¿En serio?
De la inmensidad, supongo.
Está mal suponer, pensé.
Pero también, influía la soledad. Lo efímero del momento, de la vida en sí.
¿Son instantes distantes?
Me pregunto.


''Nos dejamos guiar por la situación''

Sensaciones

Me inmiscuyo en la cruel realidad... Contemplando el ocaso, pienso un sinfín de suposiciones absurdas.

No debemos creer que la vida sea, algo que no es. 

Todo es tan efímero; sentimientos y emociones. 

Relativamente las sensaciones no son algo más, que deseos de sentir.

Pero, me contuve. Me contuve de desear sentir... Ya era tarde, como de costumbre. Ya había cometido el minúsculo error de fomentar aquél deseo en mí.

¿Después? Después no existe redención, arrepentimientos; mucho menos, y circunstancialmente, el deseo de retroceder. 

A mitad de camino, me he arrepentido de todo el proceso.

Traspasé las líneas del deseo. Ya no hay vuelta atrás. 

En el instante en el que comencé a sentir, supe que estaba mal. Pésimo. 

Sin embargo, seguí. 

Paré; al contenerme. Pero no hubo finalización.

Está eso pendiente... 

Culpabilidad

Decidimos cohesionar 

Las intenciones de lo sucedido desde el principio nunca fueron buenas.

¿Le atribuimos la culpa a las sustancias y circunstancias que nos asediaban al momento? 

Imposible. 

No existe remordimiento de conciencia cuando no se cree que algo estuviese mal... Insisto, la mayoría de las veces, ni nos preocupamos por lo siguiente que pase.

¿Somos fieles a nuestra esencia o simplemente dependemos del momento y de lo que suceda?

Importancia a lo que importase; y si en realidad, eso importa...
Entiendo que existen pequeños y efímeros instantes en los que la conciencia puede ser capaz de traicionarnos. Nos juega mal. Nos recuerda.

¿Los recuerdos son saludables?
La culpabilidad actúa como un arma de doble filo; Prejuicios. Traiciones.

Huida

Callejones sin salida y esquinas macabras...

Al igual que mis pensamientos, atrapada en ellos. Inherente a mis ideales, como siempre.

Pero dejándome llevar por una salida, o algo parecido; camino sin rumbo alguno por los confines de este tenebroso sitio...

Solo presencio oscuridad a mi alrededor y el miedo me asedia.

Continúo.

Me topo con un sinfín de suposiciones efímeras. Noto con desdén, un destello de claridad al fondo del pasillo. Me acerco; se trata de un cúmulo de sueños incompletos adheridos al deseo.

Simple y mágico deseo de sentir compañía.

Aunque la soledad también es efímera, la compañía siempre es un poco más extensa.

Prefiero no quedarme estancada aquí, pienso.

Y continúo con mi huida.

La desesperación por encontrar alguna respuesta comienza a afectarme.

Dudo si continuar, o permanecer...

Sueños

Despierto de un extraño sueño...
En dónde me vislumbraba a mí misma siendo partícipe de pensamientos absurdos.
''Estos viajes alucinógenos me están dejando en off.''
Pienso.

Qué increíble cómo todo puede parecer una simple alucinación después del efecto de la somnolencia.
Aquél punto medio entre las pesadillas y la vida real también resulta ser desesperante.

Sientes escalofríos. Tus pupilas se dilatan.
Entras en un vórtice oscuro rodeado de nubes de humo.

Ultimátum

Recuerdo todos esos deseos incompletos que disfrutábamos.

¿Por qué eres tan inalcanzable? 

Igual; siempre supe que no te podía tener. A pesar de que por momentos efímeros disfrutásemos de nuestra compañía, sabía que no duraría para siempre. 

Buscas otro tipo de felicidad. 

No puedo darte eso de mí. 

No aprecio tus silencios con claridad. 

Tampoco veo en tus ojos una desarrollada e intrínseca luz que me provea un poco de calma...

Es difícil entender, que, después de tanto buscar y encontrar, desaparezca junto a los recuerdos, esa sed de aventura. Como nuestro sueño hecho realidad. 

En aquél encierro y disfrutando de lo fugaz de ciertas estrellas, que, éramos nosotros en la inmensidad del tiempo siendo representados como deseos efímeros. 

Podría repetir toda nuestra historia, para sentir que en algún momento me propiciaste un ultimátum.

Pero no. 

Siempre tan callado ante cualquier situación, sonriendo solamente cuando el humo de la marihuana hiciese efecto sobre ti. Del resto, puro raciocinio incomprensible... 

Describiré lo nuestro como una viaje alucinógeno... A través del universo, de las estrellas, de los planetas;

De mi imaginación. 

Aclarará

Llovía a cántaros.
Mientras mi mente iba colapsando de un segundo a otro. Al igual que mi corazón, el cielo estaba echo pedazos; y dichos pedazos, escurrían gotas de deseos incompletos.
Mi imaginación siembre volaba, indiscutiblemente.
Pero en este momento, me siento totalmente en mis pensamientos. 
Las sensaciones que el frío en ese momento me propiciaba, eran escandalosas como aquellas gotas de lluvia cayendo sobre mi techo.
Retumbaba cada una en mi cabeza haciéndome sentir exaltada porque perturbaba mis pensamientos. Pero a la vez, dichas gotas me aclaraban la visión.
Y aunque vea el cielo completamente gris desde su comienzo, hacia su final;
Sabré que no importará, aclarará. 

Humo

Me inspiro a través de las nubes de humo que emanan de mi intelecto.
Los precintos que encierran mi mente en el momento,
no se acostumbran a la ausencia
de su presencia.

Nos imagino una nube ante una constelación celestial.
Mis deseos se esfumaron vilmente
en el momento, que su ausencia
se hizo presente.

Ante mí, con dudas inhóspitas; se encontraba.
Estando en un tiempo y espacio indefinido,
aún pensaba en estar desunidos.

Sin embargo las ilusiones son leves
choques mínimos de luz que
serán proporcionadas por entes
imaginarios que asedian
nuestro ser.

Futuro

''Detrás de mí, se esconden ciertos miedos que debo apaciguar. 

Pensar en el pasado, se ha vuelto algo rutinario. Y esto se debe a que la mayoría de los momentos felices, ocurrieron en ese ámbito, el pasado. 

No existe ningún otro deseo para mí, que el amor constante. 

Aquél que no tiene medidas, que no mira hacia los lados, sino, hacia adelante. 

A pesar de supuestas contradicciones, todos estamos destinados a amar. Amar sin medidas, sin condiciones. Así como lo hago. 

Es absurdo pensar en situaciones pasadas, cuando se tienen miles de nuevas experiencias en el futuro.''. 

Y así nos encontramos, varados en un punto en el que no puede haber marcha atrás. Observando nuestro mundo cruel al rededor. Imaginando poder pertenecer a un universo repleto de arco iris y colores pasteles; a pesar de lo oscuro que resulte mantenernos en el mismo lugar.

La luz que se ve al final del túnel, es emanada por una persona que se propone alumbrarnos, a pesar de la oscuridad que nos asedia. 

Nunca debemos perderla, porque de lo contrario, siempre estaremos oscuros y viendo hacia el pasado. 

Infieles

''Dos polvos no caen mal, pero realmente no me encuentro saciada. El placer que siento es incomparable, no podría cambiarlo por nada. Nuestros encuentros ocasionales significan para mí, algo más que simple sexo.

Podría decir, que nos compenetramos sutilmente ante el amanecer en el que nos encontramos. A veces, ni cruzábamos palabras, sólo dejábamos que nuestros cuerpos disfrutaran la suavidad de nuestras pieles exhaustas. Los gemidos de mi parte, eran suaves cantos que comenzaban a emanar de mi deseo carnal. Él, me miraba extasiado y yo placenteramente sonreía al provocar aquél placer en su ser.''

Indiscutiblemente, no creo que esto tenga que ver conmigo. Son simplemente suaves ilusiones que se presentan en mi imaginación y se propagan a través de nubes de humo que conllevan a una constante masturbación mental. 

En algunos momentos, dudaba de los encuentros ocasionales que la vida nos propiciaba.

Se debía, a que en un universo paralelo, éramos infieles.

Pero, realmente ¿Cómo podría serle infiel a un sexo tan placentero como el suyo? Esperaba que también pensase lo mismo, porque de su cuerpo jamás había emanado tanto placer sexual como el que yo a él, le provocaba... 

Sendero

El camino a la luna se ha tornado bastante extenso. 

El hecho de seguir aquél sendero se ha vuelto una suposición de ideas extravagantes que agobian mi mente. Al recorrer cada centímetro de suelo, existen un millón de pensamientos absurdos que rondan por mi cabeza. 

Básicamente, la luna es como un cúmulo de sueños y deseos propuestos por nuestra persona, esto significaría que, ¿si se persigue la luna, se persiguen los sueños? Indiscutiblemente, aquél astro que se observa a la lejanía, pareciera que estuviese a un milímetro de nuestras narices. Pero en realidad, se encuentra más lejos que nuestras fantasías.

He soñado un millón de veces con estar en la luna, con poder alcanzar aquellos deseos simples y efímeros que se presentan en unos pequeños instantes en mí.

Sombrío

Me encontraba en un lugar sombrío.

Mi subconsciente entendía muy bien lo que estaba pasando. Sin embargo, mi mente comenzó a preguntarse lo que estaría por ocurrir a continuación... 

La situación era confusa, dirigía mi mirada que se encontraba difusa ante la posibilidad de adecuarme al entorno; a pesar de que sus labios me propiciaran una extensa claridad, sentía que todo mi cuerpo se oscurecía paulatinamente.

En un instante efímero, logré descubrir la intensidad del asunto; aquél lugar sombrío, se trataba de mi mente. 

Aquella que volaba en un sinfín de suposiciones imaginarias que hacían presencia en mi intelecto. A medida que crecía la intensidad deducida, aclaraba simultáneamente mi mente, debido a los emocionantes toques de exaltación que me producían sus besos...

Perspectiva

La vida, es esencialmente vista desde diferentes ángulos de percepción.

Supongo que esta aceptación es así, gracias a la ''redondez'' del planeta. Literalmente, todos estamos puestos ante un punto diferente en el lugar en dónde nos asentamos. 

¿Defecto? No. Es exorbitante el compartimiento de ideas que se pueden llegar a lograr con la persona correcta.

Por otro lado, se vuelve tedioso el simple hecho de querer lograr una aceptación ante algún ente ajeno a nosotros mismos... 

Siempre seremos nuestros propios Dioses. Quiénes moldean su propio camino y quiénes se aceptan ciegamente a sí mismos gracias a razones ecuánimes. 

Ciertamente, siento que las lágrimas, se van convirtiendo en una especie de sogas que al pasar por la mejilla, logran ahorcar nuestro cuello. Y es absurdo permitir llegar hasta esta etapa; pero ¿qué haré? 

Simplemente, curiosear y ver a dónde me lleva esta asfixia de pensamientos monocromos.  

Arbóreo

Llevo bastante tiempo recurriendo al mismo lugar...

Los lugares inspiradores me obsesionan. Como éste, en donde la naturaleza asedia mi alma. Me encuentro en un viaje indescriptible por mis pensamientos. Veo el árbol que está sobre mí, y vienen a mi mente una infinidad de preguntas absurdas sobre la vida y sus alrededores. 

Me doy cuenta, que cada vez que transcurro por este lugar, me presento en las mismas condiciones; viajando por un universo psicodélico. Esto ocasiona que mi absurda mente, comience a hacer acotaciones sin sentido respecto al momento. 

Los segundos pasan lentamente, como las ideas en mi cabeza. Me creo capaz, de tener una infinidad de pensamientos tan sólo en un minuto. 

Pero me temo que no tengo la rapidez de plasmar mis deseos en un papel, tan rápidamente... 

Siento como una especie de deja-vú al imaginar lo que siempre imagino; Aquella persona, tratando de llegar a la cima de sus pensamientos, empinados aparentemente, de manera arbórea... 

Niebla

Mediante un extenso camino de rocas, transcurría en silencio. Agobiada de soledad, como de costumbre. 

Me encontraba en un incógnito lugar; en donde disfrutaba de ciertos sonidos levemente reflejados en mi tímpanos, los cuáles, parecían témpanos de hielo gracias a la niebla que me asediaba en ese instante.

Mi tolerancia al frío era completamente nula. Mis manos parecían congelarse a medida que seguía mi rumbo sin detenerme. Pensaba fríamente respecto a la vida... 

Indiscutiblemente, no existía una conclusión fructífera de este tema que conversaba conmigo misma.

A pesar de crear un monólogo en mi cabeza, comencé a conversar con los animales que me rodeaban; ellos parecían entenderme y yo no lo podía creer. 

¿Cómo es posible que estuviese hablando con animales? Me pregunté a mi misma, y en ese instante me di cuenta que todo era producto de mi afectada y alucinógena imaginación. 

Nunca estuve caminando.

Nunca estuve pensando.

Nunca estuve hablando...

Simplemente, disfrutaba de un viaje astral a través de un incógnito lugar.